
El gobierno federal australiano actualmente se encuentra estudiando medidas estrictas de control del tabaco con el objetivo de reducir las tasas de fumadores a la mitad en la próxima década.
El Ministro Federal de Salud, Mark Butler, declaró: "La industria del tabaco promueve las ventas haciendo que cada cigarrillo sea atractivo. Pretendemos eliminar esta ventaja promocional exigiendo que el diseño de los cigarrillos se estandarice con las etiquetas poco atractivas ya existentes, a través de la modificación de las leyes".
El Ministro de Salud, Butler, espera reducir la tasa de fumadores a menos del 10% para el año 2025, y a un 5% para el año 2030.
En 2012, Australia implementó el envasado neutro para todos los productos de tabaco, con etiquetado estandarizado. Esto se acompañó de aumentos en los impuestos para cada cigarrillo, hasta 1,14 dólares australianos (a partir de septiembre de 2022). Estas medidas fortalecieron las leyes y la fiscalidad relacionadas con el consumo de tabaco.
Según el Cancer Council Victoria, el componente tributario de un paquete estándar de cigarrillos en Australia es del 65%, lo cual está entre las tasas más altas en países desarrollados. En comparación, Japón impone un impuesto del 52% y Estados Unidos impone un impuesto del 35% sobre los cigarrillos.
Sin embargo, según una encuesta realizada por el Instituto Australiano de Salud y Bienestar, la proporción de fumadores diarios entre los australianos mayores de 14 años aún era del 11% en 2019. Aunque esto representa una reducción de más de la mitad en comparación con el 24% registrado en 1991, no ha habido un cambio significativo en comparación con el 12,2% informado en 2016.
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