La FDA ordena a JUUL detener la venta de cigarrillos electrónicos.

El jueves 23 de junio, la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA por sus siglas en inglés) ordenó a la compañía estadounidense de cigarrillos electrónicos JUUL que cesara la venta de sus productos de cigarrillos electrónicos y los retirara de las estanterías de las tiendas. La razón detrás de esta estricta acción reguladora por parte de la FDA es la falta de datos y evidencia para evaluar los posibles riesgos para la salud asociados con los cigarrillos electrónicos. Se espera que esta prohibición tenga un impacto significativo en los ingresos de JUUL, con estimaciones que sugieren una disminución del 95%, llevando a la compañía prácticamente a su estado previo a su lanzamiento.

Siguiendo una orden de la FDA, JUUL, una marca popular de cigarrillos electrónicos entre los adolescentes, debe cesar las ventas y distribución de sus dispositivos de cigarrillo electrónico y cuatro tipos de cápsulas JUUL. Sin embargo, esta orden no prohíbe que los consumidores posean o utilicen productos JUUL. La prohibición llega después de una exhaustiva revisión de JUUL, y todos los cigarrillos electrónicos requieren autorización de la FDA para permanecer en el mercado. Antes de esto, la FDA ya había prohibido a JUUL vender todas las cápsulas de cigarrillos electrónicos con sabores dulces y frutales.

Aunque este es un evento regulatorio relacionado con los cigarrillos electrónicos que ocurrió en Estados Unidos, se espera que tenga impactos significativos en todo el mercado de cigarrillos electrónicos. Estos impactos se manifestarán principalmente en tres áreas.

En primer lugar, la estricta regulación de los cigarrillos electrónicos está a punto de convertirse en un consenso. Las autoridades regulatorias, encabezadas por la FDA de Estados Unidos, han comenzado a centrarse en regular y fortalecer la supervisión de los cigarrillos electrónicos. Esto indica que los cigarrillos electrónicos se convertirán en el centro de atención de la supervisión regulatoria y la reestructuración en varios países de todo el mundo.

La razón principal por la cual Estados Unidos ha comenzado a regular y renovar estrictamente los cigarrillos electrónicos se debe al hecho de que, después de rastrear y revisarlos, se encontró que no había datos efectivos para demostrar su impacto en la salud y el riesgo. En otras palabras, las afirmaciones actuales de que los cigarrillos electrónicos son más saludables o menos dañinos que los cigarrillos tradicionales no pueden ser respaldadas por datos científicos o evidencia. Esto significa que la noción de que los cigarrillos electrónicos causan solo un daño mínimo es en realidad nada más que un concepto de marketing.

Además, no se pueden ignorar los riesgos para la salud asociados al recubrimiento de azúcar. El sabor ha sido durante mucho tiempo la vena dorada de los cigarrillos electrónicos, con productos con sabores representando casi el 90% del mercado. Actualmente, hay aproximadamente 16,000 productos de cigarrillos electrónicos con sabores en el mercado, incluyendo sabores frutales, de dulces y postres.

Como resultado, el grupo demográfico que tiende a elegir los cigarrillos electrónicos está compuesto en gran medida por jóvenes. Buscan la experiencia adictiva que algunos elementos de los cigarrillos ofrecen, así como el mejor sabor y la sensación más moderna que proporcionan los cigarrillos electrónicos. Esto no solo ocurre en nuestro país, ya que la Administración Estatal de Monopolio del Tabaco ha publicado estándares y regulaciones nacionales para los cigarrillos electrónicos, que prohíben la venta de cigarrillos electrónicos con sabores que no sean a tabaco, así como los cigarrillos electrónicos que permiten a los usuarios agregar sus propias sustancias de vapeo.

Después de que estos aditivos sean prohibidos, los cigarrillos electrónicos perderán su ventaja competitiva sobre los cigarrillos tradicionales. Además, sin un mejor sabor y un mayor control sobre los riesgos para la salud, aún queda en duda si la liberación de líquidos concentrados a través de la tecnología electrónica es más o menos dañina.

Finalmente, con la eliminación de la zona gris, es decir, que los aditivos siempre han sido la principal ventaja competitiva de los cigarrillos electrónicos porque era una zona gris. Para los fabricantes de cigarrillos electrónicos, normalmente hacían cambios sutiles en los aditivos para aumentar la naturaleza adictiva y dependiente para los consumidores. Sin embargo, con la prohibición clara de los aditivos, esto significa que los cigarrillos electrónicos están perdiendo su ventaja competitiva y su principal ventaja competitiva.

No solo ha perdido la ventaja competitiva el cigarrillo electrónico, sino que además no tiene un sabor mejor ni presenta menos riesgos para la salud en comparación con los cigarrillos tradicionales. Por supuesto, los fabricantes de cigarrillos electrónicos no admitirán ningún riesgo para la salud asociado con su producto. Sin embargo, la FDA ha dejado claro que no hay evidencia científica que demuestre que los cigarrillos electrónicos presenten menos riesgos para la salud que los cigarrillos tradicionales.

El futuro de los cigarrillos electrónicos es una pregunta que enfrentan los fabricantes, especialmente a medida que aumenta la conciencia general sobre la salud en la sociedad. El comportamiento y la industria, que plantean riesgos significativos para la salud de los seres humanos, es posible que no salgan necesariamente del escenario de la sociedad humana, pero es probable que enfrenten regulaciones cada vez más estrictas.