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Sin embargo, informaron los investigadores, dejar de fumar antes de los 45 años reduce este riesgo en un 89%, mientras que para aquellos que dejan de fumar antes de los 35, el riesgo se elimina por completo. Por otro lado, dejar de fumar entre los 45 y 54 años todavía reduce el riesgo en un significativo 78%, mientras que hacerlo entre los 55 y 64 años lo reduce en un 56%.
El equipo de investigación encontró que de manera similar, la edad en la que se inicia el hábito de fumar también tiene un impacto en el riesgo de cáncer. Las personas que comenzaron a fumar antes de los 18 años tenían al menos tres veces más riesgo de morir por cáncer, mientras que aquellos que comenzaron antes de los 10 años tenían cuatro veces más riesgo.
Comportamiento de consumo de tabaco después de un diagnóstico de cáncer
Otro estudio reciente publicado en Annals of Internal Medicine encontró que dejar de fumar después de ser diagnosticado con cáncer de pulmón puede prevenir la recurrencia del cáncer y prolongar la vida. Titulado "Cese del consumo de tabaco después del diagnóstico y reducción del riesgo de progresión y mortalidad por cáncer de pulmón", el estudio fue realizado por investigadores de la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer, la agencia especializada en cáncer de la Organización Mundial de la Salud, en colaboración con el Centro Nacional de Investigación Médica de Oncología N.N. Blokhin en Rusia. El equipo de investigación reclutó a 517 adultos fumadores actuales que fueron diagnosticados con cáncer de pulmón de células no pequeñas en etapa temprana en 2 sitios de Moscú, Rusia.
Al comienzo del estudio se entrevistó a los participantes para determinar su historial médico y de estilo de vida, incluyendo las características del tumor y sus patrones de consumo de tabaco. A cada participante se le hizo seguimiento cada año durante un promedio de 7 años para registrar cualquier cambio en su comportamiento de fumar.
De los 517 pacientes de cáncer de pulmón que eran fumadores al momento del diagnóstico, menos de la mitad dejaron de fumar (44.5%), y muy pocos volvieron a recaer. Los pacientes que dejaron de fumar tenían más probabilidades de vivir más tiempo en general (6.6 años vs. 4.8 años), vivir más tiempo sin cáncer de pulmón (5.7 vs. 3.9 años) y tener una progresión más lenta de su enfermedad (7.9 vs. 6 años).
A la luz de estos hallazgos, el equipo de investigación concluyó que dejar de fumar después de ser diagnosticado con cáncer de pulmón de células no pequeñas en etapa temprana puede ralentizar la progresión de la enfermedad y disminuir la mortalidad.
Fuente: VapingPost La fuente del artículo es VapingPost.