El diario The Guardian ha publicado un artículo titulado "Perdí a mi hijo por los cigarrillos electrónicos", que sirve como una historia de advertencia contra el consumo de tabaco. En el artículo, una pareja le da cigarrillos a su hijo adolescente como un medio para ayudarlo a dejar de usar cigarrillos electrónicos.
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Un estudio realizado en 2022 reveló que dos tercios de los adolescentes australianos no habían probado el vapeo. En cambio, el artículo de The Guardian se centraba en dos anécdotas sobre padres que están trabajando para ayudar a sus hijos a dejar de fumar.
El Consejo Americano de Ciencia y Salud se opone firmemente al consumo de nicotina por parte de menores de edad. Como padres, uno puede imaginar lo alarmante que sería presenciar que su hijo o hija se vuelva adicto a la nicotina. De hecho, una pareja, que son ambos médicos y padres, tomó la decisión de ayudar a su hijo de 14 años a dejar de vapear al presentarle los cigarrillos tradicionales.
El artículo analiza cómo Jason le da a su hijo dos cigarrillos al día en lugar de un cigarrillo electrónico. Él es consciente de los peligros del tabaco y las posibles consecuencias graves para la salud que puede traer, lo que lo pone en un dilema compartido por muchos profesionales de la salud y padres.
Proporcionar a los adolescentes cigarrillos que causan cáncer es absurdo. Esta trágica historia ilustra por qué las políticas sobre tabaco se han incumplido en tantos países.
En primer lugar, los cigarrillos electrónicos deberían ser considerados como herramientas para dejar de fumar, lo cual es una opinión común entre los exfumadores. Incluso los investigadores que critican los cigarrillos electrónicos reconocen que la nicotina con sabor utilizada en estos dispositivos resulta atractiva para los fumadores adultos que desean dejar de fumar. En comparación con las terapias estándar de reemplazo de nicotina, como el chicle o los parches, los cigarrillos electrónicos tienen un efecto más efectivo para dejar de fumar.
Por lo tanto, el enfoque de Jason es regresivo y contradice la evidencia existente. Está utilizando un producto altamente perjudicial para eliminar la adicción de su hijo a un producto más seguro. Como "médico generalista especializado en el tratamiento de adictos a fumar", Jason debería saber que no es correcto darle cigarrillos a su hijo.
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