
En 1988, mientras el mundo se preparaba para el primer Día Mundial Sin Tabaco (DMST), me encontré en el centro de un movimiento que cambiaría el rumbo de la salud pública en Sudáfrica y más allá. En ese momento, Sudáfrica estaba aislada de la Organización Mundial de la Salud (OMS) debido a sus políticas de apartheid, pero eso no nos detuvo. En cambio, lanzamos una edición especial de la Revista Médica Sudafricana, encendiendo la conversación nacional sobre el control del tabaco y sentando las bases para políticas que eventualmente salvarían innumerables vidas.

El primer DNTD fue más que una campaña, fue un llamado a la acción. Sabíamos que el tabaco no era solo una elección personal, sino también una crisis de salud pública. Nuestros esfuerzos en Sudáfrica fueron reflejados por entusiastas defensores en todo el mundo, todos unidos por una visión única: un mundo libre de los daños del tabaco.

Llevando el mensaje a través de África

Para 1993, el impulso se había extendido por todo el continente. Tuve el privilegio de llevar el mensaje de control del tabaco a los gobiernos en la primera Conferencia Africana sobre Control del Tabaco en Harare. Allí, nos enfrentamos a los desafíos únicos que enfrentan las naciones africanas, desde la agresiva comercialización de la industria tabacalera hasta los limitados recursos de atención médica. Nuestra determinación colectiva estaba clara: África no se quedaría atrás en la lucha contra el tabaco.

Liderando los esfuerzos globales desde Ginebra

Años después, mientras lideraba los esfuerzos del Día Mundial Sin Tabaco (WNTD) mientras dirigía la Iniciativa Libre de Tabaco en la OMS en Ginebra, vi de primera mano el poder de la acción coordinada. El WNTD se convirtió en un evento mediático global, impulsado por activistas de la salud y la prensa, llegando a millones de usuarios de tabaco. Cada año, decenas de miles dejaban de fumar en el día mismo, mientras que muchos más comenzaban su camino hacia una vida sin tabaco.

Pero el verdadero impacto del Día Mundial Sin Tabaco no estuvo en los titulares, sino en los momentos de calma en los que familiares cariñosos y profesionales de la salud se acercaron a fumadores y usuarios de productos de tabaco oral tóxicos. Su apoyo, aliento y comprensión hicieron la diferencia. El Día Mundial Sin Tabaco fue más efectivo cuando empoderó a las personas para dejar de fumar, reducir su consumo o cambiar a productos de menor riesgo, y cuando los gobiernos anunciaron planes para facilitar estas decisiones saludables.

El Desafío del 2025: 1.3 mil millones de Vidas en Juego

Ahora, en 2025, el desafío es mayor que nunca. Todavía hay 1.3 mil millones de usuarios de tabaco en todo el mundo, y el tabaco mata a 8 millones de personas cada año. Este año se cumplen 20 años desde que el Convenio Marco de la OMS para el Control del Tabaco (CMCT) entró en vigor, un tratado histórico que, notablemente, incluyó la reducción de daños en su misma definición de control del tabaco.
Sin embargo, a pesar de esta promesa, la OMS aún no ha adoptado ni promovido completamente estrategias de reducción de daños. La ciencia es clara: los vapeadores, los bolsas de nicotina, los productos de tabaco calentado, el snus y el e-shisha son significativamente menos dañinos que los cigarrillos combustibles y el tabaco oral tradicional. Si la OMS brindara un apoyo inequívoco a estos productos, podríamos salvar más vidas en los próximos años que a través de cualquier otra intervención de salud pública única.
El Poder de la Reducción del Daño
La reducción de daños no se trata de renunciar al objetivo de un mundo libre de tabaco. Se trata de compasión, pragmatismo y ciencia. Reconoce que si bien dejar el tabaco y la nicotina por completo es la mejor opción, no todos están listos o capacitados para hacerlo de inmediato. Al proporcionar alternativas más seguras, podemos reducir drásticamente los riesgos para la salud enfrentados por millones de personas.
Durante demasiado tiempo, el debate se ha visto atrapado en la ideología y la desinformación. Pero la evidencia es abrumadora: países que han adoptado la reducción del daño, como Suecia con el snus, Japón con productos de tabaco calentado o el Reino Unido con el vapeo, han visto cómo las tasas de tabaquismo y las muertes relacionadas con el tabaco han disminuido drásticamente.
Regresando al espíritu del Día Mundial sin Tabaco
Ante la falta de un claro liderazgo de la OMS, es hora de volver al espíritu original del Día Mundial Sin Tabaco. Los primeros éxitos del Día Mundial Sin Tabaco no fueron impulsados por directrices desde arriba, sino por miles de organizaciones sin fines de lucro de base, grupos de consumidores e individuos entusiastas. Ellos entendieron que el cambio ocurre cuando nos acercamos a las personas donde están, ofreciéndoles apoyo, información y esperanza.
Este año, honremos ese legado. Utilicemos el DMT 2025 para llegar a cada fumador, a cada usuario de tabaco oral tóxico, y ofrecerles un camino hacia un futuro más saludable, ya sea dejando de fumar, reduciendo el consumo o cambiando a un producto de menor riesgo. Instemos a los gobiernos a hacer accesibles y asequibles estas opciones. Y aprovechemos el poder de los medios de comunicación y de los activistas de la salud para hacer del DMT un día que realmente impacte vidas.
Un Futuro al Alcance
Un mundo sin tabaco está cada vez más cerca. Con la reducción de daños, podemos acelerar nuestro progreso y salvar millones de vidas más. En este Día Mundial sin Tabaco, abracemos la innovación, la compasión y la ciencia, y brindemos a cada usuario de tabaco la oportunidad de elegir un mañana más saludable.
Referencias:
Revista Sudafricana de Medicina 1988
El rastro del tabaco: la investigación muestra un camino de muerte y destrucción - PubMed
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https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/3358213/ - No se encontró una traducción disponible.