El Ministro de Salud de Australia, Mark Butler, anunció que el gobierno establecerá estándares mínimos de calidad. Los estándares establecidos incluirán:
Detener la importación de cigarrillos electrónicos sin prescripción; aumentar los estándares mínimos de calidad para los cigarrillos electrónicos, incluyendo restringir sabores, colores y otros ingredientes; exigir embalajes similares a los farmacéuticos; reducir las concentraciones y volúmenes permitidos de nicotina; y prohibir todos los cigarrillos electrónicos desechables y de un solo uso.
Esta decisión se produce después de que la Administración de Bienes Terapéuticos de Australia (TGA) llevara a cabo una investigación sobre la reforma de la regulación de los cigarrillos electrónicos, con la mayoría de los materiales presentados por organizaciones de salud relevantes que apoyaban el fortalecimiento del control fronterizo.
El Ministro de Salud Butler expresó su postura en un programa de televisión de que la industria tabacalera está tratando de crear "una nueva generación de adictos a la nicotina" a través de los cigarrillos electrónicos y que está "decidido a eliminar esta amenaza para la salud pública".
El gobierno australiano también trabajará con los estados y territorios para poner fin a la venta de cigarrillos electrónicos en tiendas de conveniencia y otros minoristas. El gobierno también establecerá estándares más estrictos para los productos de cigarrillos electrónicos vendidos en farmacias, para que las personas puedan confiar en el contenido del producto.
Australia planea invertir AUD 234 millones en la reforma del tabaco y los cigarrillos electrónicos. Se destinarán AUD 63 millones a campañas de salud pública para prevenir el consumo de tabaco y cigarrillos electrónicos y para alentar a más personas a dejar de fumar. Otros AUD 30 millones se destinarán a programas de apoyo para ayudar a los australianos a dejar de fumar y a mejorar la educación y formación de los profesionales de la salud en el abandono del tabaco y la nicotina.
El plan del gobierno australiano ha sido descrito como un "desastre para la salud pública" por el CEO de la Asociación de Salud Pública de Australia, Terry Slevin. Él declaró que la reforma convertirá a Australia en líder mundial en el control del tabaco y los cigarrillos electrónicos.
Laura Hunter, CEO del Consejo Australiano de Tabaco y Salud, afirmó que ver al gobierno tomar "acciones decisivas" contra una industria dañina era alentador. Afirmó que el plan del gobierno normalizaría en gran medida la cultura del cigarrillo electrónico.
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