Según un informe de la BBC, un laboratorio científico interdisciplinario con sede en Liverpool ha descubierto cantidades excesivas de plomo y níquel en 18 diferentes cigarrillos electrónicos. El contenido de plomo se encontró que era más del doble del nivel seguro, mientras que el contenido de níquel era nueve veces superior al umbral de seguridad.
Los cigarrillos electrónicos, en su mayoría productos no probados e ilícitos, fueron confiscados a estudiantes en Baxter Academy. David Lawson, cofundador del laboratorio Inter Scientific, mencionó que en 15 años de pruebas nunca había detectado plomo en los dispositivos.
Específicamente, en una marca de cigarrillos electrónicos llamada 'highlighter vapes', los niveles de metal detectados eran 2.4 veces el nivel seguro regulado de exposición para el plomo, y 9.6 y 6.6 veces para el níquel y el cromo respectivamente. Los tests realizados en laboratorio también encontraron compuestos de carbonilo en el aceite de vapeo, los cuales pueden descomponerse en sustancias químicas dañinas como el formaldehído y el acetaldehído cuando se calientan, con niveles 10 veces más altos que los cigarrillos electrónicos legales.
Las regulaciones del Reino Unido exigen que todos los cigarrillos electrónicos y líquidos para su venta deben estar registrados ante la Agencia Reguladora de Productos Sanitarios y Medicamentos (MHRA, por sus siglas en inglés), y los fabricantes deben cumplir con las regulaciones de ingredientes, empaque y mercadeo. Sin embargo, la agencia no puede investigar productos no registrados. La MHRA y la Academia Baxter han expresado preocupación acerca de los hallazgos y los posibles riesgos para la salud.
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