La Asociación de Consumidores de Penang (CAP) en Malasia está instando al nuevo gobierno a adoptar la prohibición intergeneracional (GEG, por sus siglas en inglés) lo antes posible para prohibir la venta de productos de tabaco a personas nacidas después de 2007. También están pidiendo una prohibición completa de los sistemas electrónicos de suministro de nicotina (ENDS, por sus siglas en inglés).
Foto cortesía de NST.
Permitir el uso de cigarrillos electrónicos puede suponer un problema significativo de adicción a las drogas para las futuras generaciones. En noviembre de 2019, CAP advirtió que "los cigarrillos electrónicos deberían ser prohibidos en lugar de regulados, ya que es imposible supervisar el mercado de cientos de marcas legales e ilegales de cigarrillos electrónicos y verificar los ingredientes de estos líquidos electrónicos".
A principios de noviembre, la policía federal en Bukit Aman confirmó las preocupaciones sobre la venta abierta de cigarrillos electrónicos. Como tal, el nuevo gobierno debe tomar medidas para implementar una prohibición generacional y prohibir completamente los productos de cigarrillos electrónicos. La razón es que los líquidos electrónicos que contienen drogas ilegales pueden ser envasados en botellas con etiquetas falsificadas. El gobierno no puede monitorear de manera realista los productos que venden aproximadamente 3,000 minoristas de cigarrillos electrónicos nacionales.
Los reguladores dicen que parte de la razón de esto es que la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos aún no ha revisado los ingredientes ni ha establecido estándares. Hay muchos ingredientes y sabores diferentes en varias marcas de cigarrillos electrónicos. Algunos e-líquidos pueden contener drogas ilegales como tetrahidrocannabinol y cannabidiol (ambos compuestos de la marihuana), N,N-dimetilacetamida, gamma-hidroxibutirato y ketamina.
Los componentes del líquido de los cigarrillos electrónicos pueden necesitar ser probados utilizando cromatografía de gases y espectrometría de masas, técnicas que solo se encuentran en laboratorios modernos de química analítica. Estas pruebas son costosas y representan una carga financiera innecesaria para los gobiernos.
Un estudio realizado en Malasia en 2017 reveló que el 54% de los usuarios de cigarrillos electrónicos encuestados adquirieron líquidos electrónicos sin nicotina en el mercado negro, mientras que un 30% obtuvo líquidos electrónicos caseros. El gobierno no debe ser ingenuo al pensar que no existe mercado negro para líquidos electrónicos. De hecho, los líquidos electrónicos pueden ser fácilmente producidos con equipos básicos.
¿Cómo puede el gobierno diferenciar entre los líquidos legítimos para cigarrillos electrónicos y los líquidos ilegales de drogas envasados en dispositivos de cigarrillos electrónicos? Por lo tanto, la CAP una vez más insta al nuevo gobierno a imponer una prohibición generacional, incluyendo una prohibición integral de los productos de cigarrillos electrónicos.
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