Nueva Zelanda logra la tasa más baja de fumadores en su historia

Según un informe en The Guardian, el gobierno de Nueva Zelanda ha publicado datos el jueves 16 de este mes que muestran que el porcentaje de adultos que fuman a diario ha disminuido del 9.4% el año pasado al 8%, el más bajo registrado y una de las tasas de tabaquismo más bajas del mundo. Esto coloca a Nueva Zelanda un paso más cerca de lograr su objetivo de convertirse en una nación libre de humo para el año 2025, basado en las tendencias actuales.

El número de fumadores en Nueva Zelanda ha disminuido en 56,000 personas en el último año, con la tasa actual de fumadores siendo la mitad de lo que era hace 10 años. Vale la pena mencionar que el uso diario de nuevas alternativas no combustibles para fumar, como los cigarrillos electrónicos, ha aumentado significativamente del 6.2% del año pasado al 8.3%. El análisis de The Guardian sugiere que se espera que la tasa de tabaquismo en Nueva Zelanda alcance un nuevo mínimo debido a que muchos fumadores han cambiado a nuevas alternativas no combustibles para fumar, como los cigarrillos electrónicos.

Ayesha Verrall, la Subsecretaria del Ministerio de Salud, expresó un gran placer con el éxito de las medidas de control del tabaco en Nueva Zelanda. Ella creía que los datos mostraban que las medidas implementadas por el gobierno han sido efectivas en la reducción del número de fumadores, especialmente cuando muchos otros países experimentaron un aumento en las tasas de tabaquismo durante los confinamientos debido a la pandemia.

Nueva Zelanda es uno de los países más ambiciosos en la lucha contra el tabaquismo en el mundo. En agosto de este año, el gobierno aprobó una ley que prohíbe a los adolescentes comprar productos de tabaco tradicionales, pero no incluye nuevas alternativas sin combustión. El objetivo es crear una "generación libre de humo".

Según el sitio web de la autoridad de salud local, las nuevas alternativas para fumar no combustibles han sido reguladas en Nueva Zelanda desde noviembre de 2020. Las personas pueden utilizar estos productos para ayudar a dejar de fumar, pero no pueden ser vendidos como medicamentos para dejar de fumar. Sin embargo, el sitio web también señala que el uso a corto plazo de estos productos puede causar efectos secundarios como dolores de cabeza, sequedad en la boca y dolor de garganta.

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