
Realizado por investigadores de la Universidad de Indiana en colaboración con otras universidades, el estudio titulado "La interseccionalidad de la angustia psicológica grave, el consumo de cigarrillos y los trastornos por uso de sustancias en Estados Unidos: 2008-2018", reiteró que los problemas de salud mental son más del doble de comunes entre los fumadores y adultos con trastornos por uso de sustancias, en comparación con aquellos sin trastornos por uso de sustancias y que no fuman.
En este sentido, concluyeron los investigadores, fumar y los problemas de salud mental deben ser tratados conjuntamente. "Nuestro estudio muestra que hay una necesidad de coherencia en el tratamiento de los problemas de salud mental, el tabaquismo y el uso de sustancias de manera conjunta", dijo María Parker, profesora asistente en la Escuela de Salud Pública de IU-Bloomington y autora principal del estudio. "Dejar de fumar no socava el progreso logrado en los programas de tratamiento de salud mental o de uso de sustancias".
Además de la relación entre fumar y la salud mental, la investigación también ha destacado que las personas que sufren problemas mentales tienen más dificultades para dejar de fumar. Por eso, se benefician enormemente de contar con apoyo adicional en relación con el abandono del tabaquismo y acceso a alternativas más seguras, que al menos disminuirían la probabilidad de que también sufran enfermedades relacionadas con el humo.
Los psiquiatras australianos quieren que sus pacientes fumadores tengan acceso a cigarrillos electrónicos.
De hecho, los psiquiatras australianos han abogado durante mucho tiempo en contra de la estricta prohibición de los productos de vapeo que contienen nicotina en toda Australia. Han estado señalando cómo el cambio a alternativas comprobadamente más seguras podría mejorar la calidad de vida de sus pacientes.
El Real Colegio de Psiquiatras de Australia y Nueva Zelanda (RANZCP) ha argumentado acertadamente que las personas con problemas mentales tienen una mayor tendencia a fumar que los miembros más saludables de la sociedad. Por lo tanto, este grupo se beneficiaría enormemente al tener acceso a alternativas más seguras.
“Los cigarrillos electrónicos ... brindan una forma más segura de suministrar nicotina a aquellos que no pueden dejar de fumar, minimizando así los daños asociados al tabaquismo y reduciendo algunas de las desigualdades en salud”, dijo la organización en 2017. "Por lo tanto, la RANZCP apoya un enfoque cauteloso que tenga en cuenta ... los significativos beneficios para la salud que estos productos presentan".
Fuente: VapingPost