Venta ilegal de cigarrillos electrónicos no conformes en la ciudad de Bristol.
Según un informe reciente de Bristolpost, la venta ilícita de cigarrillos electrónicos sobredimensionados y con un exceso de líquido se ha convertido en un incidente común en la ciudad de Bristol, Reino Unido. Emma Hennessey, líder del concejo de Bristol, declaró que estos cigarrillos electrónicos no conformes, fabricados principalmente en China, han proliferado en toda la ciudad en violación de las leyes y regulaciones británicas.
Según la ley del Reino Unido, la venta de líquidos desechables para cigarrillos electrónicos solo está permitida para su uso mínimo de 600 inhalaciones. Sin embargo, numerosas tiendas en Bristol están vendiendo cigarrillos electrónicos que afirman proporcionar hasta 9000 inhalaciones. Esto plantea una preocupación significativa, ya que estos cigarrillos electrónicos vendidos ilegalmente pueden no cumplir necesariamente con las normas de seguridad establecidas por el Reino Unido.
La Sra. Hennessy explica que "estos cigarrillos electrónicos ilegales tienen cartuchos excesivamente grandes. Se fabrican principalmente en China y Estados Unidos y luego se importan al Reino Unido, donde inundan el mercado debido a la carga pesada en los servicios aduaneros, lo que dificulta prevenir su importación.
Ella agregó: "Ahora casi todas las tiendas de las esquinas de Bristol están vendiendo estos cigarrillos electrónicos. Por lo general, se obtienen a través de tiendas de efectivo y transporte, e incluso hay furgonetas blancas sin marcar llenas de estos cigarrillos electrónicos ilegales circulando por las calles de Bristol, suministrando a todas las tiendas de las esquinas".
Iryan Jamal, el dueño de Ashton Gate Mini Market, ha admitido que se encontró un número significativo de cigarrillos electrónicos ilegales durante dos inspecciones realizadas por el Departamento de Normas en 2023. Informó al ayuntamiento que había comprado estos cigarrillos electrónicos en ciertas tiendas de efectivo y mayoristas en Easton, así como a un hombre que conducía una furgoneta, quien le aseguró que eran legales. Jamal argumentó que se debió a un malentendido sobre la legalidad de los cigarrillos electrónicos que vendió estos productos.
El Sr. Jamar intentó defenderse en la audiencia para obtener una licencia citando la venta generalizada ilegal de cigarrillos electrónicos, argumentando que, debido a que todas las tiendas los vendían, él creía que era legal. Durante la audiencia, declaró: "Todas las tiendas están vendiendo estos cigarrillos electrónicos ilegales. Los compré en efectivo en una tienda mayorista y la persona que me los vendió me aseguró que era legal. Le pregunté si estaban prohibidos y él dijo que no lo estaban. Sin embargo, asumo toda la responsabilidad por los productos vendidos en mi tienda".
Los negocios que venden cigarrillos electrónicos ilegales a menudo solo se enfrentan a multas como castigo, ya que no requieren una licencia para vender estos productos, a diferencia de las licencias de alcohol que pueden ser revocadas.
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